La actividad, que combina historia, lengua y matemáticas, ha servido para activar sus mentes y, sobre todo, para contar y medir el tiempo de una forma diferente. En este caso comprobando una acción que repiten día a día, es decir, escribir. Han buscado un poema en forma de parodia que durante la Edad Moderna tuvo como protagonistas a dos autores fundamentales del Siglo de Oro español: Quevedo (como autor de "A un hombre de gran nariz") y Góngora (como destinatario).
Hemos querido hacer la Clepsidra a nuestra forma. Para ello hemos utilizado: una botella de plástico de litro y medio, partida por encima de la mitad, colocando bocabajo encajada la parte superior, como si fuese un embudo, con un agujerito en el tapón. Han echado agua, han dejado que caiga y...a contar. Cada minuto hacían una marca por donde estuviese el nivel del agua.
No ha sido fácil pero lo han dado todo.
Una pequeña muestra del conteo incesable e incansable:
¡¡Bravo chicos!!
El reto no ha terminado. Debéis seguir las instrucciones que quedan:
Una pequeña muestra del conteo incesable e incansable:
¡¡Bravo chicos!!
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